“El alcance del mensaje político debe ganarse, no comprarse” con estas palabras Jack Dorsey, el CEO de Twitter, anunció que a partir del 22 noviembre los anuncios políticos quedarán prohibidos.
“Un mensaje político gana alcance cuando las personas deciden seguir una cuenta o retuitear. Pagar por el alcance elimina esa decisión, forzando mensajes políticos altamente optimizados y dirigidos a las personas. Creemos que esta decisión no debe verse comprometida por el dinero”, afirmó Dorsey en una serie de mensajes emitidos en los últimos días desde su cuenta de Twitter.
A pesar de que durante los últimos tres meses, las acciones de Twitter cayeron 20.81% tras conocerse que sus ingresos son menores a lo esperado, debido a una menor demanda de publicidad en la aplicación, Dorsey insistió en que el poder pagar por este tipo de mensajes es muy riesgoso y “puede usarse para influir en el voto y afectar la vida de millones”.
Esta medida no es casual, desde hace varios años, especialmente a partir del escándalo de Cambridge Analitica, que utilizó millones de datos de usuarios para fines políticos en las elecciones que ganó Donald Trump, la manipulación de la propaganda política en internet y, en especial, en las redes sociales ha estado en el centro del debate en Estados Unidos y otros países, como Reino Unidos.
Otro de los grandes cuestionamientos ha sido la poderosa influencia de las redes sociales en los resultados del Brexit o en la campaña contra el acuerdo de paz de Colombia.
Incluso hace unas semanas, Mark Zuckerberg tuvo que dar explicaciones una vez en el Congreso estadounidense y enfrentó fuertes cuestionamientos por negarse a chequear la información de las publicidades políticas que publica Facebook.
Zuckerberg argumentó que era una cuestión de “libertad de expresión”. Sin embargo, con su comunicado, Dorsey criticó directamente esa postura, aunque sin mencionar a su colega: “No es creíble que digamos: ‘Estamos trabajando duro para evitar que la gente juegue con nuestros sistemas para publicar información engañosa, pero si alguien nos paga para dirigirse a una persona y forzar que vea su propaganda, pueden decir lo que quieran“.
Dorsey informó que el próximo 15 de noviembre publicará los detalles de esta nueva política de publicidad y adelantó que incluirá excepciones, tales como los avisos en apoyo al empadronamiento de votantes.
Al finalizar su mensaje enfatizó: “No se trata de libre expresión. Se trata de pagar por el alcance. Y pagar para aumentar el alcance del discurso político tiene ramificaciones significativas que la infraestructura democrática de hoy puede no estar preparada para manejar. Vale la pena retroceder para abordar”.
La noticia fue muy bien recibida por la mayoría de los usuarios de Twitter, sin embargo el valor en Bolsa de la red social ha comenzado lentamente a descender.