Reconocimiento facial: ¿tecnología vs. privacidad?

Cada vez son más las empresas que aseguran poseer tecnología de reconocimiento facial. Pero ¿cómo afecta este avance a la privacidad y la libertad de expresión de las personas?

Si bien la tecnología de reconocimiento facial lleva décadas funcionando, Brad Smith, el presidente de la compañía Microsoft, volvió a poner en debate el tema a partir de una nota subida recientemente al blog de Microsoft. En su comunicado, Smith pide regular la tecnología de reconocimiento facial, con responsabilidad a todas las empresas que desarrollen este tipo de sistemas. “Todas las herramientas se pueden usar para el bien o para el mal. Incluso una escoba puede usarse para barrer el piso o golpear a alguien en la cabeza”, señala en relación con los usos abusivos o poco éticos que podrían realizarse.

Cabe destacar que lo que conocemos actualmente por biometría facial nació en la década del sesenta, donde gracias a un administrador externo, rasgos como ojos, orejas, nariz o boca servían de referencia para compararlas con un patrón dado y así obtener diversos datos.

Reconocimiento facial
“Las tecnologías fueron más precisas en la identificación de personas con piel más clara que de color”, asegura el Presidente de Microsoft

Pero recién en el 2001, se implementó el reconocimiento facial con la celebración de la Super Bowl de la NFL, donde se archivaron fotografías de los sistemas de vigilancia y se compararon con bases de datos digitales. Sin embargo, en los últimos años, el enorme avance de la inteligencia artificial ha permitido que actualmente, por ejemplo, se pueden desbloquear teléfonos, detectar criminales o validar transacciones bancarias a través del reconocimiento facial.

Incluso, diversos expertos aseguran que podría utilizar para el reconocimiento del estado emocional de las empresas. Tal es el caso de la firma británica WeSee, que asegura que su tecnología puede detectar comportamientos sospechosos leyendo señales faciales imperceptibles para el ojo no entrenado.

Como este, existen muchos casos, pero como asegura Smith, uno de los problemas actuales es la precisión del sistema en el reconocimiento: “se han encontrado sesgos en el rendimiento de varias tecnologías de reconocimiento de rostros alineados. Las tecnologías funcionaron con mayor precisión para hombres blancos que para mujeres blancas y fueron más precisas en la identificación de personas con piel más clara que de color”.

Con respecto a esto, vale aclarar que los sistemas de reconocimiento facial trabajan mediante el análisis y comparación de imágenes nuevas con las que ya están almacenadas en su base de datos (Mira la nota: “8 Robots que anticipan el Futuro de la Industria“). A medida que el número de imágenes crece, el ‘software’ mejora sus capacidades para encontrar patrones e identificar individuos. El problema, es que actualmente la mayoría de los sistemas están “entrenados” con fotografías de hombres blancos. Y si bien los diversos problemas técnicos se podrán resolver con el correr de los días, el gran dilema de la inteligencia artificial en las empresas continúa siendo la seguridad y la transparencia de los datos.

Facebook también en la mira

Después del escándalo por el mal manejo de los datos, una nueva polémica despertó Facebook a partir de una demanda realizada por un juez federal en California, Estados Unidos, por haber utilizado información de los usuarios sin su consentimiento explícito (datos biométricos).

El reconocimiento facial fue lanzado por la red social en el año 2011

La controversia surgió a partir del sistema que utiliza la plataforma para identificar a las personas que aparecen en las fotografías sin que estas lo sepan. El sistema de reconocimiento facial fue lanzado por la red social en 2011 y le permite “adivinar” quién está en las fotos en base a una base de datos de rostros que almacena en su memoria.

Por su parte, la compañía asegura que si a los usuarios no los han etiquetado en ninguna foto o si eliminan sus etiquetas en todas las fotos no podrán contar con la información, además ponen a disposición la posibilidad de desactivar la sugerencia de etiquetado a través de la configuración de la cuenta.

Lo cierto es que, como en muchos casos, el avance a pasos agigantados de la tecnología sobrepasa los procesos de regulación por parte de los Estados, y si bien el reconocimiento biométrico puede generar muchos beneficios, es necesario continuar con el debate, ya que como aseguró el presidente de Microsoft, “sin un enfoque reflexivo, las autoridades públicas pueden depender de enfoques tecnológicos defectuosos o sesgados para decidir a quién rastrear, investigar o incluso arrestar por un delito”.

Por momentos, historias como 1984 de George Orwell, con “el ojo que todo lo ve”, pareciera que recobran vida, el dilema es que en este caso los protagonistas somos nosotros, por lo que es importante preguntarse ¿qué papel queremos que esta tecnología tenga en nuestra vida cotidiana?