Si bien es cierto nos estamos enfrentando a una situación diferente, ¿realmente es una situación nueva?, nada ha cambiado
Hablando puntualmente de situaciones de salud pública, desde la época de Justiniano se tiene registro de este tipo de circunstancias. Obviamente para nuestras generaciones es algo no vivido y aquí quiero ser un poco menos “específico” en los hechos, considerando sobre todo lo siguiente: ¿Realmente en algún momento hemos tenido certeza sobre qué sucederá mañana? nada ha cambiado.
Todos sabemos que nuestro cerebro reptil siempre tendrá una “mentalidad de ahorro” dado que su función es mantenernos sanos y salvos, y a veces ese ahorro se traduce en miedo, que tiende a hacerse evidente con excesiva quietud o ansiedad inmanejable.
Haciendo una mezcla de todo lo anterior, y retomando nuestra pregunta, jamás hemos tenido certeza de qué sucederá mañana, sólo nos habituamos a planear considerando únicamente las opciones más probables y no puedo desconocer que ha funcionado ya casi por 100 años esa postura.
En términos básicos, la planeación parte de un objetivo, cuya ruta de acceso se basa en información probable (antecedentes, estadísticas, etc.) a la cual se le efectúa un análisis, y por último, se disponen los recursos necesarios para ejecutarlo a cabalidad.
Hoy los objetivos están planteados (con o sin modificaciones), y consideremos que en Latinoamérica a diferencia del resto del mundo, podemos ver el desarrollo de la situación actual con más de 60 días de anticipación, porque a nosotros llegó poco más de dos meses después del contagio inicial; esto nos vale como información probable. Nuestra capacidad de análisis sigue perfecta y el reto estará en disponer de los recursos dadas las restricciones; en este último punto apelo a una comparación gráfica y hasta deliciosa; pensemos que somos chefs con cocinas e ingredientes limitados; debemos usar nuestra inventiva y conocimiento para crear la mejor receta posible que no solo satisfaga el hambre de nuestros clientes sino les pueda dejar un recuerdo delicioso de ese plato.
Para concluir les recuerdo una famosa frase de Henry Ford que más o menos reza así “si piensas que todo va a salir bien, o piensas que todo va a salir mal….estas en lo cierto”; mi invitación es ser conscientes que no somos “producto terminado” y que hoy la incertidumbre tiene nombre de virus, mañana podrá tenerlo por negocios, política, deporte, etc.; más bien preparemos nuestras planeaciones a modelos por escenarios y abramos la puerta a aprender siempre cosas nuevas, así la receta siempre será más nutritiva y deliciosa sin importar los ingredientes, abrir los ojos y darse cuenta de que nada ha cambiado.