En los últimos años ha cambiado la forma de liderazgo de equipos, ya que ha habido un cambio en el líder, el equipo de trabajo y, además, en la cantidad de generaciones que han ido pasando. La primera duró 100 años, pero con estas generaciones estamos hablando de 10 años e inclusive menos todavía, se trata de jóvenes que vienen con una formación totalmente distinta.
“Actualmente el contexto cambiante y diverso obliga a los directivos a desarrollar un estilo pasional, conectado con las emociones y el autoconocimiento. El desafío, adaptarse a los nuevos estilos y adquirir las habilidades que necesitarás para ello”.
Según las palabras de Gustavo Álvarez, profesor del Programa de Habilidades Directivas (PHD) de ADEN International Business School, es muy importante tener en claro que a las nuevas generaciones no les gusta estar mucho tiempo en el mismo lugar, requieren de un cambio. Lo sabrán los líderes actuales cuando se encuentran con jóvenes que a los 4 o 5 años de haber entrado a trabajar se quieren ir de la empresa y quieren cambiar.
Es por ello que se plantea un cuestionamiento en los antiguos directivos, frente a la definición del concepto de equipo de trabajo como “la habilidad para trabajar conjuntamente, en pos de una visión común. La capacidad de armonizar las contribuciones individuales en favor del logro de los objetivos organizacionales”.
Para conducir estos equipos, los líderes necesitan otro tipo de herramientas con las que no nos formaron ni en la escuela ni en la universidad. Habilidades que no existían hace muy poco tiempo atrás, como la gestión de emociones en el trabajo, la creatividad, la negociación y habilidades para formar espacios de trabajo con calidad de vida.
Los líderes y empresas de hoy reafirman esta tendencia, por ejemplo, Zuckerberg con Facebook, o cuando pensamos en estilos de trabajo como en Google, donde los horarios de trabajo son flexibles. Ello nos marca una forma de trabajar divertida, armónica, con espacios creativos, sin dejar de ser responsables y efectivos. Ya no podemos tener en claro que el trabajo es ir a un lugar donde uno pasa horas separado de la gente que quiere, porque tiene que hacer un trabajo para otra persona.
Hoy el trabajo es algo divertido, si cada uno se dedicara a hacer lo que le gusta hacer en el mejor ámbito, seguramente la forma de trabajar para todos sería mucho más divertida. Lo mejor que nos puede suceder es tener personal apasionado en cada uno de sus puestos de trabajo. Esta responsabilidad depende exclusivamente del líder, quien debe descubrir las habilidades y gestionar el talento de cada una de las personas. ¡Qué mejor que tener gente en nuestro equipo que le encante lo que hace!
La buena noticia es que las nuevas habilidades, necesarias para las nuevas formas de liderazgo y conducción, pueden adquirirse. Trabajar en nuestro auto conocimiento y desarrollar destrezas de percepción que nos permitan relacionarnos con nuestro mundo de una manera distinta es posible.
Fuente: Revista Perspectiva-Guatemala https://www.perspectiva.com.gt/empresa/los-nuevos-paradigmas-del-liderazgo/