Liderazgo ante Crisis Personal en el Equipo

Actuar de forma coherente con los problemas personales de nuestros empleados es uno de los desafíos más grandes para quienes ocupamos una posición de Liderazgo. ¿Recuerdas algún hecho que no supiste cómo enfrentar? Siempre es un buen momento para prepararse y saber cómo reaccionar.

La vida a veces da giros inesperados haciendo inevitable la llegada de una crisis personal. Un deceso, una enfermedad, conflictos familiares o de pareja son algunos aspectos que influyen con seguridad en el rendimiento laboral y afectan la dinámica grupal de trabajo.

¿Sabes que puedes hacer para ayudarlo? Compartimos contigo algunos consejos provenientes de nuestro programa de desarrollo gerencial:

Crea lazos de confianza

Tu equipo debe sentir que estás disponible para ellos cuando lo necesitan. Intenta construir relaciones abiertas donde la confianza mutua sea el pilar de tu buen Liderazgo. Una posición de Liderazgo no conlleva ser distante, sino por el contrario ser alguien que genera cercanía.

Muchos empleados creen que la autosuficiencia es un valor agregado, sin embargo, en estas situaciones particulares, el diálogo sincero será fundamental.

Escucha sin juzgar

Cuando se acerca un miembro de nuestro equipo a plantearnos un problema personal muchas veces lo hacen porque uno es el superior y está en la obligación de informarlo en caso, por ejemplo, que desee pedir reducción de horas o no asistir algunos días a la oficina.

Por eso lo primero que debes hacer es escuchar lo que realmente le sucede y necesita. Posteriormente pregunta con cautela todas aquellas dudas que poseas, pero en ningún momento juzgues.

Demuestra cercanía para que la persona se sienta acompañada en su situación pero también para intentar que no se afecte demasiado su desempeño en la oficina.

Practica la empatía
Si los miembros del equipo ven que actúas de forma empática con uno de sus compañeros, entenderán que harás lo mismo con ellos.

Aprender a ponernos en el lugar de quien nos necesita es un desafío más que necesario para quien ocupa un rol de liderazgo. Esto no significa que frente a una crisis vamos a dejar todos los proyectos de lado hasta que la persona solucione su situación, sino tratar de entender qué es lo que necesita, para que pueda continuar con su trabajo y que a su vez no le genere mayor estrés del que ya posee.
Para algunos empleados, el trabajo puede suponer un remedio, otros se beneficiarán de una reducción en el tiempo que pasen en la oficina, por lo que lo importante es intentar reconocer qué es lo que necesita la persona en cuestión.

Infórmate bien

Cuando por ejemplo, se produce el deceso de un familiar o alguna enfermedad inesperada es inevitable no acompañar a la persona en su proceso, sin embargo, es fundamental que te informes bien sobre la política de la organización en torno a los permisos personales y las medidas legales que deberás tomar.

Si la decisión depende de ti, recuerda que no tienes que dar una respuesta inmediata, debes analizar lo más objetivamente las consecuencias. Si se determina que el conflicto no es sustancial, entonces puedes reasignar tareas para que la persona sienta menos presión sin la necesidad de ausentarse del trabajo.

¿Y el resto del equipo?

Es importante que el equipo sepa la situación de su compañero, pero no es necesario que la conozca con lujo de detalles. Recuerda que cualquier postura que hayas decidido tomar afectará en el desempeño general por lo que reforzar los lazos grupales en estos momentos será fundamental. Si la situación es temporal, puedes pedir paciencia, aunque también entender si surge algún tipo de reclamo.

De igual manera, si los miembros del equipo ven que actúas de forma empática con uno de sus compañeros, entenderán que harás lo mismo con ellos si llegan a tener algún conflicto, por lo que su postura seguro será positiva.

No te olvides

Tras acordar una decisión, ya sea desde una licencia hasta continuar trabajando con menos presión, es importante que sigas manteniendo la atención en la persona, recuerda que haber resuelto “el problema laboral” no conlleva que su situación personal se haya solucionado.

Cada persona tiene su proceso personal, por lo que si bien no tienes que convertirte en su confidente tampoco debes presionarlo demasiado si ves que está dando lo mejor posible.