Hace menos de un año, hablar de disrupción, de cambio de paradigmas parecía, en muchos casos, algo que le podría ocurrir a alguien, no necesariamente a mí, ni a mi empresa.
Parecía existir un orden que sugería que el futuro iba a ser siempre una proyección del pasado, más allá de lo que pudieran plantear un Bill Gates hablando de pandemias, o un Peter Diamandis sobre el impacto del crecimiento exponencial de la tecnología.
Hoy enfrentados con una nueva realidad, tenemos que cambiar la mirada en un aspecto clave hacia el futuro. Esto es, de administrar lo probable a liderar lo posible. En concreto, pensar y plantear preguntas distintas, para lograr nuevas perspectivas, entender nuevos ecosistemas y experimentar fuera de la zona de confort.