Innovación pareciera la palabra clave en los momentos de pandemia.
Es el momento de realizar todo aquello que teníamos como importante, pero que ahora se transforma en urgente.
El gran tema es que mucho de lo que hacemos no es realmente una innovación. Es ajustar nuestra propuesta de valor a las demandas ya manifiestas del mercado. Agregar entrega a domicilio puede ser importante para la sostenibilidad de lo que hacemos, pero ya hace más de 20 años que empresas líderes como Amazon lo realizan.
Estas son mejoras que nos permiten seguir compitiendo, pero difícilmente pueden llamarse innovación desde el punto de vista del mercado.
Pensar en innovar es abrir la posibilidad de crear nuevas soluciones nuevas oportunidades
Una innovación genuina pone distancia entre nosotros y nuestros competidores, creando un monopolio temporario, donde nos beneficiamos de tener una mejor propuesta de valor, que nos diferencia y nos hace más rentables. Aunque sea por tiempo.