Cuando hacemos referencia a cómo se siente dentro de una organización, gerente de peso o de paso, no es simplemente que cambiamos una “E” por una “A” y suena metafórico. Según donde se sitúe puede que en el corto plazo se encuentre usted “Adentro” o “Afuera” de la organización.
Cuando hablamos de peso pasa por una cuestión de qué acciones y actitudes, debería cambiar para convertirse en un ejecutivo de peso. Quiero que reflexionemos juntos sobre este tema, quiero que pensemos, para que sepa que todavía se puede cambiar, si se siente más cerca del gerente de paso que del peso.
Podríamos decir que las organizaciones de los tiempos actuales, están impregnadas de gran cantidad de ejecutivos de paso y muy pocos líderes de peso. La pregunta a resolver para brindar un poco de luz en el camino, es ¿cuál es la causa?, la respuesta puede darnos innumerables conclusiones.
La primera ecuación a resolver es ¿dónde considera usted que está ubicado? Para responder le pedimos que sea objetivo, olvide su ego, agregue una cuota de humildad, respire profundo. Analice su contexto y situación dentro de la organización, afloje tensiones, relájese y responda. Todavía está a tiempo de salvar su carrera laboral.
En toda organización podemos decir que existen 3 (tres) momentos claves que debe considerar todo ejecutivo, para saber dónde ubicarse, semáforo de Posicionamiento ¿Dónde estoy?
Estar para crecer. VERDE
Estar para mantenerse. AMARILLO
Estar para desaparecer. ROJO
La luz verde es el camino, es una zona de turbulencia donde sólo se encuentran pocos. La luz amarilla y roja, es zona de confort, que se encuentra la mayoría, pero que pronto puede recibir novedades ¿Cómo está para una nueva entrevista de trabajo?
¿Cómo saber de qué lado estoy? Algunos lo saben, pero preferirían no saberlo. ¿Qué preguntas me debo hacer?, le aporto algunas para su búsqueda aplicando filosofía de empresa. Alguien decía por ahí, “que el filósofo, no es quien habla de filosofía, sino quien habla de las cosas de la vida filosóficamente”, allá vamos:
Primera Aproximación: tenga cuidado si padece el “Síndrome de Hubris” (adicción al poder), visibles en muchos gerentes y ejecutivos de organizaciones. Es una propensión narcisista y egoísta a ver su mundo principalmente como un escenario donde ejercitar su poder de gerente, desconociendo la realidad del contexto. ¿Cómo piensa una persona atacada por esta enfermedad o síndrome? No comprende lo que está pasando, hay un comportamiento soberbio, sentirse el centro de la escena.
Segunda Aproximación: es sencilla, hágase una pregunta general ¿Cuál es mi “grado de empleabilidad”? ¿Qué es esto? Algo práctico, sepa sino indague ¿Qué valor agregado le da a su función o tarea todos los días de su vida en la organización a la que pertenece?
Si la respuesta es: “creo que nada o muy poco, sólo actúo operativamente, me siento un gerente robot”, le tengo una buena y mala noticia.
La buena es que por lo menos sabe dónde está, y depende de usted que reoriente su camino. La mala noticia es que, si no está sobrando ahora en la organización, es posible que sobrara en un tiempo no muy lejano ¿Está preparado?
En algunas organizaciones esto se llama, estar en “proceso de secado” o “enfriamiento”¿Cómo saber si estoy en un proceso de secado?, sencillo, fíjese si tiene o existen alguno de estos síntomas.
1. Siente que lo tratan con indiferencia.
2. Los correos que recibe de sus jefes jerárquicos son cada vez menos.
3. Sus jefes se reúnen más tiempo con sus pares.
4. No participa de decisiones trascendentes de la organización o áreas afines.
5. Cuando intenta comunicarse hacia arriba, normalmente están en reuniones o tardan en responder.
6. Sus pares lo tratan distinto y toman cierta distancia de usted.
7. Sus propuestas están pendientes de aprobación, más tiempo de lo normal.
En este caso puede haber dos opciones, a saber:
La primera: ya es demasiado tarde para retomar el camino.
La segunda: puede tener una “bala de plata” para utilizar, y decidir qué hacer.
¿Qué debo hacer? “Muy fácil, acelere más y frene menos” El refrán popular dice: “a buen entendedor sobran las palabras”