A la hora de hablar del trabajo remoto no podemos dejar afuera a la pandemia, porque ese contexto de crisis y adaptabilidad nos cambió algunos paradigmas sobre la felicidad laboral. Muchas personas se dieron cuenta que no hacía falta estar encerrados en una oficina para ser productivos, otros incluso se dieron cuenta que para ser productivos justamente no debían estar en una oficina ¿Pero por qué?
El activo más importante, el capital humano
Actualmente son muchas las empresas que están observándose a sí mismas, miran hacia adentro y eso es algo para destacar. Si la cultura organizacional, los colaboradores y el núcleo de la empresa es feliz, entonces los resultados solo serán positivos.
Algo realmente valioso en las organizaciones es el talento humano, pero si no se sienten motivados o felices, la productividad caerá notablemente. Respecto a felicidad laboral, ¿se podría decir que no hay productividad sin felicidad? Al menos desde el punto de vista organizacional, como afirma Silvia Escribano “hoy la rentabilidad de una empresa aumenta un 30 % cuando instaura políticas de bienestar y felicidad organizacional.”
Lo cierto es que hay tantos métodos y culturas organizacionales como empresas en el mundo. Están aquellas que apuestan por la semana laboral de 4 días, para favorecer el bienestar y la salud mental de sus colaboradores. Como también siguen existiendo aquellas empresas que permanecen en los antiguos paradigmas, donde están convencidos que la productividad se mide con las horas dentro de la oficina.
Desmintiendo creencias del ámbito laboral
Para responder algunas de las preguntas más frecuentes en estos últimos días sobre felicidad laboral, nos contactamos con Silvia Escribano, Coach, experta en Bienestar Corporativo y Felicidad Organizacional en Human Blooming.
Recientemente nos hemos encontrado, en diferentes plataformas, con organizaciones que exigen ”saber trabajar bajo presión” o ”poder trabajar con estrés” a los postulantes. Y aún persisten creencias en el ámbito laboral como “la energía del cerebro es ilimitada” o “el multitasking es la clave”. Al preguntarle a Silvia sobre esto ella afirmó que son “creencias erróneas”.
Creemos que nuestro cerebro no se cansa cuando estamos trabajando, pero Silvia comentó que incluso “el cerebro está destinado a alternar ciclos de actividad máxima y de inactividad. La energía es limitada. Todas las actividades que tienen que ver con el análisis y la planificación necesitan grandes cantidades de energías”.
Con respecto a la multitarea es una palabra que circula en casi todos los ámbitos laborales. Escribano nos comentó que esto tiene un enorme costo: “El multitasking nos invita a cometer más errores, a tener más accidentes, a perder oportunidades porque altera el sistema nervioso y hace que estemos a pleno rendimiento, y nuestro sistema nervioso si no se relaja se estresa”.
Por lo tanto, como solución expresa que “en los entornos profesionales deberíamos alimentar nuestra tendencia a estar centrados, relajados, y lo digo en términos de productividad, porque al hacer varias cosas a la vez al final no se hace ninguna bien, y curiosamente podemos estar perdiendo un 40% de productividad. Por eso es importante el mindfulness o la respiración, que son prácticas efectivas, que anclan la mente en el presente permitiendo que descanse y se recargue, para poder ser más efectivos”.
Jornada laboral de 4 días
Como mencionamos, también existen empresas (cada vez más), que apuestan por la semana laboral de 4 días al consultarle a Silvia nos comentó estar de acuerdo ya que tanto el cuerpo como el cerebro funcionan mejor cuando tienen menos tiempo para realizar tareas: “Somos más felices y estamos más motivados” por lo tanto hay mayor productividad y beneficios.
Sin embargo, mencionó que el reto no radica en reducir la semana laboral sino “crear una cultura en las organizaciones donde de verdad humanicemos las empresas y coloquemos a las personas en el centro de la estrategia”.
Finalmente le preguntamos acerca de un tema central: la felicidad laboral. A partir de ello decidió hacer una distinción entre dos conceptos, uno es el bienestar organizacional y otro es la felicidad en el trabajo.
Bienestar organizacional y felicidad
El primero hace referencia a la capacidad que tiene una empresa de ofrecer a sus colaboradores condiciones y procesos de trabajo para que logren desplegar sus talentos y ponerlos al servicio de la organización. “Es decir que la empresa es responsable del bienestar organizacional”. Mientras que felicidad en el trabajo sería más bien un “indicador del bienestar organizacional… y este sí es responsabilidad de cada uno, de la percepción personal que se tiene como trabajador”.
Es decir que si eres líder de un equipo u organización, además de poseer las habilidades más demandadas, es tu responsabilidad crear una cultura organizacional que logre enfocarse más en tus colaboradores, apostando por el bienestar organizacional y brindando herramientas para motivar al equipo.
Ahora bien, si eres un colaborador, y tu empresa ya tiene su cultura bien definida, puedes llevar a cabo una serie de prácticas que te ayuden a enfocarte en tus tareas y en lo positivo, para evitar el estrés, como por ejemplo practicar mindfulness o ejercicios de respiración consciente.
Para terminar te dejamos una serie de hábitos positivos para una “rutina diaria de felicidad” y si quieres profundizar en motívate a ti mismo.
Silvia Escribano nos mencionó que la felicidad no la tenemos que ver como una meta o un resultado sino como un camino. Todos nuestros pasos y decisiones son importantes. “Está científicamente comprobado que hay una serie de actividades que influyen y suman para nuestra felicidad. Son aquellas que potencian nuestros neurotransmisores como las endorfinas, la serotonina, la oxitocina, la dopamina… y esto hace que de verdad tengamos la sensación de ser más felices”.
La felicidad es un estado de excelencia mental
Estas actividades ayudan a incrementar la felicidad y definitivamente deberían estar en nuestra rutina diaria:
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- Ser agradecidos. “Esto nos ayuda a saborear las experiencia de la vida, y además activa el núcleo accumbens que es el núcleo de recompensa del cerebro”.
- Ser amables y generosos.
- Cuidar las relaciones sociales.
- Evitar pensar demasiado.
- Perdonar “y perdonarnos a nosotros mismos”.
- Liberarnos de la culpa.
- Dedicar un tiempo para hacer ejercicio.
- Salir a caminar por la naturaleza.
- Meditar.