Trabajar sobre un perfil competitivo, que combine una vida profesional activa y una vida personal saludable, es crucial para responder a las necesidades de las empresas.
Los avances tecnológicos y las nuevas modalidades de trabajo han generado cambios en las necesidades del mercado.
Ya no alcanza con ser alguien responsable que cumple sus tareas para lograr una veradera competitividad.
¿Cómo desarrollar un perfil competitivo?
En primer lugar es importante dejar de lado la concepción negativa que considera que una persona competitiva es alguien dispuesto a pasar por encima de los demás.
Un perfil competitivo lo logran aquellas personas proactivas, que no tienen temor a los retos inesperados y se capacitan para incorporar nuevas habilidades.
Si bien existen profesionales con una mayor tendencia al liderazgo y a tener más seguridad en sí mismos, inevitablemente, la competitividad también se aprende.
Además, es importante reconocer que un perfil competitivo está vinculado estrechamente con el crecimiento personal y los hábitos saludables.
Quien se alimenta correctamente y duerme las horas necesarias, podrá con seguridad desenvolverse con mayor fluidez y lograr un estado de bienestar que favorecerá su jornada laboral.
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¿Qué atributos se necesitan para ser competitivo?
Como hemos mencionado anteriormente, un perfil de trabajo competitivo se logra combinando formación constante, hábitos saludables y los skills que brinda la experiencia.
1. Growth Mindset
El primer atributo y más importante es la capacidad de creer que podemos lograr lo que nos proponemos.
El Growth Mindset o mentalidad de crecimiento es aquella que poseen las personas que saben que pueden continuar creciendo y ponen su mayor esfuerzo para lograrlo.
No se trata de personas “positivas”, sino de aquellas que se animan a salir de su zona de confort, a desafiarse a sí mismos y aceptar que el esfuerzo es necesario para el éxito.
Un detalle muy interesante, además, es que al ser personas que buscan mejorar de forma constante, evitan las excusas o las culpas ajenas cuando surgen obstáculos en el camino.
2. Gestión del tiempo
Saber administrar el tiempo es fundamental para ser más efectivos. Pero alguien que gestiona bien su tiempo no necesariamente es alguien rápido.
Un profesional con un perfil de trabajo competitivo es quien se propone metas realistas y se toma los minutos u horas necesarias para cumplirlas de forma correcta.
Existen una gran variedad de técnicas para la gestión del tiempo. Una de ellas es la técnica pomodoro, pero también existen otras como la técnica de los 5 minutos o simplemente el hábito de crear listas de tareas.
3. Trabajo en equipo
“Si todos avanzamos juntos, el éxito llegará solo” – Henry Ford. Con esta frase el fundador de Ford Motor Company no se equivocaba.
Sucede que nadie logra el éxito sin ayuda y, por lo tanto, para construir un perfil profesional competitivo es necesario saber trabajar en equipo.
La clave está en incorporar los conocimientos de nuestros colegas y apoyar sus estrategias para hacer crecer las nuestras.
Cada acción realizada en equipo, más allá del resultado, siempre nos dejará algo valioso por aprender.
4. Perderle miedo al error
Otro mito a desterrar en la construcción de nuestra competitividad es creer que quien nunca se equivoca es más hábil o talentoso.
Todo lo contrario, las personas más exitosas son aquellas que supieron ver al error como una nueva oportunidad para volver a intentarlo.
Vivimos en tiempos tan inciertos y donde muchas veces deberemos tomar decisiones “rápidas”, por lo que no debemos tener miedo a equivocarnos.
Pero esto no significa que es requisito equivocarnos todo el tiempo, sino que tenemos que aprender a prevenir y analizar la situación ágilmente para tomar aquella decisión que creamos correcta.
A decidir, también se aprende.
5. Formación continua
Sin lugar a dudas, el paso de los años, las prácticas hechas y experiencias vividas enseñan y crean habilidades que permiten crear un perfil competitivo, pero ¿cómo potenciar lo vivido?
La capacitación constante no solo permite aprender nuevas habilidades y herramientas, sino también maximizar lo ya incorporado.
Nos ayuda a ordenarnos y a entender procesos que muchas veces hacíamos de forma casi inconsciente.
Educarnos nos permite vincularnos con otros profesionales que comparten las mismas búsquedas y, a su vez, conocer a futuros mentores que nos acompañarán en nuestro crecimiento.
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¿Qué debe de llevar un perfil de trabajo basado en competencias?
Las empresas buscan a sus candidatos según las necesidades que requiera el puesto, por lo que será seleccionado aquel que cuente con las competencias profesionales y personales solicitadas.
Esto quiere decir que un perfil competitivo de trabajo basado en competencias es aquel que responde a las habilidades y conocimientos que requiere un determinado cargo en una compañía.
Pero, además, las competencias de cada profesional van de la mano con la cultura organizacional y los valores de la empresa, por lo que quien desee formar parte, deberá analizar y adaptar su perfil.
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