¿Cómo aplicar IA en el sector público?

La inteligencia artificial (IA) ha demostrado su increíble potencial de revolucionar la gestión de diversas organizaciones, tanto privadas como públicas.

Su impacto ha trascendido los límites de las grandes corporaciones para dejar huella también en el sector gubernamental de cada nación que se abre pasos en esta transformación digital sin precedente.

En este artículo, recorreremos el alcance y los beneficios de la IA en el sector público y su alcance en las diferentes comunidades. ¡No te lo pierdas!

Además, al final de la nota, te invitamos a descarga sin costo el Ebook: “Inteligencia Artificial en los Negocios”.

Hablar de la transformación digital de los gobiernos es el primer paso, previo a analizar cuáles son los beneficios o el impacto de la inteligencia artificial en el sector público.

Precisamente, ésta última es una de las posibles herramientas que puede traer consigo un proceso de transformación digital en una organización.

Acercarnos a la transformación digital nos hace poner el foco sobre aspectos mucho más profundos, contemplando cómo las organizaciones se transforman desde su propia esencia.

Aparecen entonces los cambios culturales, los nuevos modelos de negocios, nuevas formas de liderazgo y procesos ágiles que aprovechan las constantes evoluciones tecnologías para impulsarse dentro de las compañías.

En el plano del sector público, todo esto cobra mayor sentido pues el foco de los organismos gubernamentales está puesto en poder dar respuestas a las necesidades de los ciudadanos de forma eficiente, transparente y segura.

Allí es cuando la IA comienza a configurarse como un valioso aliado. El bienestar de la ciudadanía se pone en el foco de la gestión.

Pero como se ha mencionado, la adopción de nuevas tecnologías es condición necesaria pero no suficiente para llevar adelante un proceso de transformación digital exitoso. 

Por tal motivo, es importante tener en cuenta que lograr la transformación digital del gobierno implica coordinar una multiplicidad de actores dentro y fuera de sí, crear y operar una amplia gama de servicios, impulsar cambios normativos y prestar asistencia técnica a múltiples instituciones.

Plantear la estrategia de transformación digital es el primer paso; luego será necesario identificar a los actores clave implicados, posteriormente un cronograma para su implementación, seguido por la definición y alcance de los objetivos y criterios tecnológicos que apalancarán la estrategia.

Un plan de comunicación sólido para poder comunicarla, compartirla y hacerla parte de la identidad corporativa es ineludible y, de la mano de todo ello, un plan de ciberseguridad para garantizar que los servicios digitales contarán con los niveles de protección adecuados.

De esta manera sí estaríamos en condiciones de hablar de una forma eficiente de implementar la IA en el sector público, para poder garantizar así la transparencia y la innovación en la gestión.

La clave estará en cómo se gestione su implementación y en garantizar que estas herramientas se utilicen de manera ética y responsable. 

La aplicación de la IA en el sector público no solo permite vislumbrar un futuro digital, sino que promete construir un gobierno más ágil y centrado en el ciudadano.

La implementación de IA en el sector público nos acerca a la idea de automatización, al aprendizaje profundo, la visión artificial, el reconocimiento de voz, el procesamiento del lenguaje natural y la robótica, entre otras posibilidades. 

De la mano de la automatización de procesos, la mejora de la eficiencia en los servicios y el uso inteligente de datos abiertos, el sector gubernamental cuenta con la posibilidad de acompañar la transformación digital que caracteriza nuestro presente y configura cualquier idea de futuro.

La IA puede procesar y analizar grandes cantidades de datos de forma más rápida y coherente que los operadores humanos por sí solos, especialmente cuando se trata de tareas repetitivas y tediosas.

Como resultado, la automatización mediante IA libera a los colaboradores para que se centren en tareas más importantes que sean demandadas por la ciudadanía. 

Un ejemplo de ello viene de la mano del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), donde se utiliza un asistente virtual de IA llamado Emma para responder a preguntas básicas y ayudar a las personas a navegar por el sitio web de la agencia, mientras que los expertos pueden explicar mejor las decisiones del USCIS y orientar a una persona sobre los siguientes pasos.

Por otra parte, IA ayuda a los expertos y especialistas a tomar decisiones informadas con mayor rapidez. Con herramientas analíticas basadas en IA, los gobiernos pueden tomar decisiones informadas que se basen en datos concretos.

Un estudio de Deloitte indica que el 80% de los funcionarios públicos considera que la IA mejora la calidad de sus decisiones.

En el plano de la investigación y desarrollo, la informática de alto desempeño (HPC) basada en IA impulsa la investigación en medicina, genómica, ingeniería, sismología, astrofísica y muchas otras áreas. 

Sin duda, la automatización de procesos acelera esas tareas repetitivas, permitiendo a los funcionarios concentrarse en funciones más estratégicas.

De acuerdo con un estudio de Capgemini, el 60% de las organizaciones gubernamentales que implementan IA reportan una reducción significativa en el tiempo de respuesta a peticiones del público.

También la implementación de IA en el sector público puede optimizar la asignación de recursos, como demuestra el caso del gobierno de Estonia, que ha logrado reducir el tiempo de procesamiento de solicitudes en un 80% mediante el uso de inteligencia artificial.

Todos estos aspectos fomentan un ambiente de innovación donde se pueden desarrollar nuevas soluciones para desafíos sociales complejos.

Según el Foro Económico Mundial, el uso de IA en el sector público puede estimular la creación de un 20% más de innovación en comparación con procesos tradicionales.

La IA en el sector público obliga a operar con transparencia y responsabilidad, pues su impacto y alcance trasciende a resultados de negocios, acercándonos al bienestar social y comunidades más sostenibles.

Muchas investigaciones llevadas adelante por diferentes organismos internacionales muestran una clara tendencia hacia la adopción de la inteligencia artificial en el sector público en los últimos años.

Las causas de estas cifras en alza se asocian a los procesos de transformación digital llevados adelante desde el sector público, de la mano del aumento en la inversión y la implementación en diversas áreas de servicios. 

Sin embargo, las investigaciones dejan ver también la necesidad de un marco regulatorio adecuado y habilidades específicas para maximizar los beneficios de la IA y garantizar su uso ético y responsable.

Las conclusiones destacadas de las investigaciones más recientes nos proporcionan algunas estadísticas al respecto de cómo vine siendo la implementación de la IA en el sector público:

• McKinsey & Company (2020): publicó un informe titulado “The State of AI in 2020” en el que se indicó que más del 50% de las organizaciones encuestadas en sector público estaban en fase de adopción de IA. Además, el estudio mostró que la IA estaba generando ahorros operativos significativos y mejoras en la eficiencia de sus operaciones.
  
• World Economic Forum (2021): en su informe “Shaping the Future of Technology Governance: Artificial Intelligence”, el Foro Económico Mundial destaca que el 72% de los líderes gubernamentales buscan adoptar tecnologías de IA en todas las áreas de servicios públicos. Este estudio enfatiza la necesidad de políticas adecuadas para que la implementación sea exitosa.
  
• Estudio de Capgemini (2021): el “AI & Government” report reveló que el 64% de las instituciones gubernamentales y públicas a nivel global están utilizando IA en al menos una de sus divisiones, con un crecimiento notable en el uso de chatbots y sistemas de análisis de datos para mejorar la atención al ciudadano.
  
• Deloitte (2022): en su “2022 Global Human Capital Trends report”, Deloitte señaló que el 55% de las organizaciones públicas participantes están explorando activamente IA y sus aplicaciones para mejorar la eficiencia operativa y la experiencia del ciudadano.
  
• OECD (2020): en el informe “Artificial Intelligence in Society” de la OCDE sugiere que la implementación de IA en varios gobiernos miembro ha aumentado, destacando que el 70% de los países miembros están invirtiendo en IA para transformar sus servicios públicos en los próximos años.
  
• Estudio del Banco Mundial (2021): en  su informe ‘Digital Government’, se indicó que el 30% de los países en desarrollo han comenzado a implementar estrategias de IA en sus servicios públicos, especialmente en áreas como la salud y la educación, indicando un movimiento creciente hacia la digitalización y la modernización.
  
• Gartner (2023): el informe anual de Gartner sobre tendencias de tecnología en el sector público reveló que las inversiones en IA por parte de gobiernos a nivel mundial se incrementaron en un 24% en el último año, con particular enfoque en análisis de datos y herramientas de automatización de procesos.

Como puede observarse, desde el año 2020 a esta parte la tendencia ha sido creciente, reflejando en la mayoría de las investigaciones una realidad que habla de que en más de la mitad de la muestra analizada la implementación de la IA ya es una realidad dentro del sector público.

Los desafíos inherentes a la implementación de la IA son comunes a todas las industrias, tanto públicas o privadas, pero toma mayor trascendencia en el plano gubernamental garantizar la seguridad, la protección de los datos, la ética y la responsabilidad en su uso, pues su impacto recae sobre el bienestar de las comunidades y los países.

Sumado a ello, otros desafíos se pueden identificar desde la falta de habilidades y la resistencia al cambio, propio de la cultura organizacional de estos sectores.

En el informe del Banco Mundial mencionado anteriormente se señala que la capacitación inadecuada de los empleados puede ser un obstáculo significativo para la adopción de nuevas tecnologías.

Se trata de detectar y atender cada uno de los requerimientos que aparecen como necesarios para poder hablar de una implementación efectiva de la IA en el sector público.

• El Sistema Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) ha implementado herramientas de IA para mejorar la detección temprana de enfermedades. Por ejemplo, algoritmos de IA se utilizan para analizar imágenes médicas como radiografías y mamografías, ayudando a los radiólogos a identificar anomalías que podrían indicar cáncer en etapas muy tempranas.
  
• La policía de Los Ángeles ha implementado sistemas de IA para el análisis predictivo del crimen. Utilizan algoritmos que analizan patrones históricos de delitos para predecir posibles incidentes futuros y optimizar la asignación de patrullas.
  
• En Canadá, el gobierno utiliza IA para procesar grandes cantidades de solicitudes de inmigración. Un sistema de IA revisa y clasifica las solicitudes, identificando aquellas que requieren atención humana inmediata y aquellas que pueden ser procesadas automáticamente.
  
• En Singapur, el Ministerio de Educación ha adoptado plataformas de aprendizaje impulsadas por IA para personalizar la educación. Estas plataformas evalúan el progreso individual de los estudiantes y ajustan el contenido y los métodos de enseñanza en función de las necesidades específicas de cada alumno.
  
• En Helsinki, Finlandia, se ha implementado un sistema de gestión del tráfico basado en IA. Este sistema analiza datos en tiempo real de tráfico, condiciones meteorológicas y eventos locales para optimizar la sincronización de semáforos y mejorar el flujo vehicular.
  
• El gobierno de Australia utiliza chatbots impulsados por IA en sus sitios web oficiales para proporcionar asistencia 24/7 a los ciudadanos. Estos chatbots pueden responder a preguntas frecuentes, guiar a los usuarios a través de procedimientos administrativos y proporcionar información actualizada sobre servicios públicos.
  
• El Tribunal de Cuentas en España ha implementado herramientas de IA para analizar transacciones financieras del sector público y detectar posibles irregularidades o fraudes. Los algoritmos pueden identificar patrones sospechosos y alertar a los auditores humanos.

El recorrido realizado y los ejemplos presentados ilustran cómo la inteligencia artificial está transformando diversas áreas del sector público, mejorando la eficiencia, precisión y calidad de los servicios ofrecidos a los ciudadanos.

La IA puede ser un aliado en la búsqueda de la transparencia gubernamental, fomentando y consolidando, sin duda, la confianza de la ciudadanía. 

Para que la implementación de la inteligencia artificial sea exitosa, los funcionarios públicos deben adquirir ciertas habilidades técnicas y analíticas que encaminan su gestión.

Te invitamos a conocer aquí diferentes programas especializados para seguir enriqueciendo tu desarrollo en este camino de la IA aplicada en el sector público.